Mirambel, tierra y libertad
La comarca del Maestrazgo es una
vasta extensión de 1.200 kilómetros cuadrados entre las provincias de Castellón
y Teruel; quince municipios acogen a 3.200 habitantes, siendo una de las zonas más despobladas del país. La mayoría de estos pueblos muestran un
aspecto intemporal, circunstancia que facilitó el rodaje en uno de ellos de la película "Tierra y Libertad", coproducción internacional dirigida por
Ken Loach que narra unos episodios de la Guerra Civil sobre los cuales no se
ha ahondado demasiado: el enfrentamiento entre sí de los diferentes bandos
leales a la República. Es una cuestión de la cual se han hecho (y
se hacen) múltiples lecturas, y que en todo caso provocan un debate
“incómodo”, algo habitual cuando se toca la guerra desde un punto de vista
político.
Para entender la película es
básico conocer a su director, el británico Ken Loach: nacido en 1.936, y de sólidas convicciones trotskistas, es uno de
los maestros del llamado “British Social
Realism”, películas que retratan la lucha de clases y las penurias
de la clase obrera. Filmadas con un crudo estilo documental, consiguen meterte
en la historia de una manera magistral.
Ken Loach |
Parte del guión estaba basado en el libro “Homenaje a
Cataluña”, de George Orwell; este escritor, también británico, se alistó para combatir como brigadista en una milicia del POUM. En 1937, fue herido en el frente de Aragón, y aprovechó su
convalecencia para escribir “Homenaje a
Cataluña”, obra en la que, además de narrar el día a día en
las trincheras, criticó la división de las fuerzas republicanas.
Tercero por la derecha, la alta figura de George Orwell no pasaba inadvertida |
Hoy, Mirambel ha cambiado bien
poco; algunas calles se han pavimentado, pero las localizaciones cinematográficas continúan siendo perfectamente distinguibles, aún más desde que unos carteles marcan los lugares precisos.
Por exigencias de la película, algunas calles tuvieron que cubrirse con tierra.
La escena del debate sobre la colectivización (uno de los momentos más intensos de la película y, según los entendidos, también de la propia filmografía de Ken Loach) se rodó en la "Casa de los Julianes", una de las diversas casas nobles que hay en el pueblo:
En los alrededores de la iglesia de Santa Margarita suceden otros hechos que golpean el alma, con el francotirador en la torre, y sus posteriores consecuencias:
La escena de la quema de obras de arte eclesiásticas tuvo lugar en la plaza Nicolás Ferrer:
En los alrededores de Mirambel se filmaron múltiples escenas de trincheras:
Los actores fueron personalmente escogidos por Loach, descartando en muchos casos sus habilidades interpretativas en favor de la espontaneidad o la capacidad de improvisación; buena parte fueron vecinos del propio Mirambel, e incluso reclutaron a algún antiguo combatiente. El director no les daba un guión, sino tan sólo unos "conceptos" que después debían desarrollar ante la cámara, buscando esa naturalidad que es indisociable a Ken Loach.
En 1.995 se preestrenó la película en Mirambel, una semana antes de llegar a los cines. Como era de preveer, la producción no dejó indiferente, generando apasionados agradecimientos y sonados desplantes (Santiago Carrillo, invitado al evento, abandonó su butaca mucho antes del final).
La película finaliza con un breve verso de William Morris:
La iglesia de Santa Margarita destaca aún antes de entrar en el recinto amurallado |
Preparados para entrar en la atemporalidad. Las murallas rodean completamente el pueblo, declarado Bien de Interés Cultural en 1.981. |
En los alrededores de Mirambel se filmaron múltiples escenas de trincheras:
Los actores fueron personalmente escogidos por Loach, descartando en muchos casos sus habilidades interpretativas en favor de la espontaneidad o la capacidad de improvisación; buena parte fueron vecinos del propio Mirambel, e incluso reclutaron a algún antiguo combatiente. El director no les daba un guión, sino tan sólo unos "conceptos" que después debían desarrollar ante la cámara, buscando esa naturalidad que es indisociable a Ken Loach.
En 1.995 se preestrenó la película en Mirambel, una semana antes de llegar a los cines. Como era de preveer, la producción no dejó indiferente, generando apasionados agradecimientos y sonados desplantes (Santiago Carrillo, invitado al evento, abandonó su butaca mucho antes del final).
La película finaliza con un breve verso de William Morris:
"Únete a la batalla en la que nadie fracasa, porque aunque muera o desaparezca, sus actos prevalecerán"
Película: "Tierra y Libertad" (Land and freedom), 1995, distribuida por Cameo.
Libro: "Bienvenido Mister Loach", de Mario Ornat, editado por Doce Robles.
Muy bueno!!!, me han encantado leerlo Manel.
ResponderEliminarGracias Kike! Un abrazo y nos vemos!
EliminarPrecioso documento, Manel. ¡Enhorabuena por tu blog que sigo desde hace bastante tiempo con ilusión! Echamos de menos tu varadero. Tu nueva montura es soberbia, pero ¿y tu varadero? ¿Era ya viejecilla, o sólo has decidido renovar montura? Porque tengo entendido que son unas máquinas interminables. V´ssssssss
ResponderEliminarHola Antonio Alberto, y muchas gracias por el seguimiento... He estado un rato mirando tus "blogs", tienes una sensibilidad especial para escribir, enhorabuena!
EliminarA la Varadero aún le queda cuerda (se la vendí a un desconocido, que se convirtió en amigo), pero empezaba a estar cargada de kilómetros, y hay proyectos a la vista, viajes con muchos kilómetros por delante ;-)
Un saludo, nos seguimos leyendo!
No puedo mas que aplaudir.
ResponderEliminarConozco a Ken Loach y su obra, descarnada y feroz a veces, que puedes compartir o no, pero que no deja a nadie indiferente.
Conozco bien "la peli" y la polèmica que levantò. Sobre todo el desplante de "Don Santiago" que a esas alturas de la corrida ya parecìa mas "Bernabeu" que "Carrillo". Carallo... Podría haber tenido mas cintura y aguantar hasta el final, por lo menos. A mi la pelicula me encantò, pese a provocarme una tristeza infinita.
Me encantò sobre todo... porque conozco la zona. Conozco Mirambel. Muy cerca pasé -quizà- los mejores veranos de mi vida, siendo un niño chico feliz y despreocupado al amparo de mis padres, retozando en aquel entorno màgico.
Pues El Maestrazgo, es eso. Màgico.
Pese a su rudeza en ocasiones y lo huraño que puedan parecer algunos de sus moradores. Una tierra dura. De gentes duras.
Pero enamora.
El Maestrazgo.
Donde se oye El Silencio.
;-)