EICMA 2018
Como un crío en Disneylandia. Así
es como se va a sentir cualquier aficionado a las motos que se acerque hasta
Milán para disfrutar de uno de los principales salones de la moto en Europa, y
eso es lo mismo que decir del mundo.
EICMA 2018 se ha repartido en 6
pabellones del gigantesco complejo de la Feria de Milán, y caminarlos de punta
a punta supone un buen paseo… ¿Un rápido análisis antes de entrar en materia?
Las marcas “de siempre” siguen inquietas por mantenerse en la cresta de la ola,
los chinos vienen cada vez más envalentonados, y la propulsión eléctrica ha
dejado de ser una simpática anécdota para convertirse en una realidad que
posiblemente se consolide antes de una década: aviso a navegantes, el cambio de
paradigma ya está aquí.
Una vez más, y como viene pasando
desde hace más de cien años, dejémonos sorprender por la magia del EICMA, lo
que ya se puede comprar, y lo que está por venir…
Estratégicamente ubicados, “viveros”
de pequeñas empresas del Oriente emergente –básicamente de la industria
auxiliar-, se repartían en micro-stands
para mostrar al mundo sus productos. Otros fabricantes de la misma procedencia
–algunos de los cuales nunca había oído mencionar- ofrecían motocicletas,
muchas eléctricas, algunas de pequeña cilindrada (imitando Vespas, café-racers
o lo que se tercie), e incluso una marca (Chang Jiang) se atrevía con unos
mamotretos con sidecar replicados de
la BMW R71.
Italjet nunca ha sido una marca de masas, y de hecho llevaba tiempo
aletargada, pero se resiste a desaparecer presentando su enésimo scooter
inclasificable, en este caso el Dragster, desdoblado en versiones de 125 y 200
cc: prepárate para decir que lo odias o lo amas, pero este pequeño Terminator
desposeído de piel no te va a dejar indiferente. Siguiendo esquemas algo más
ortodoxos, el modelo Caffeina 250 es una naked “cafetizada”, y para acabar,
exhibían un precioso catálogo de bicicletas eléctricas vintage.
La taiwanesa Kymco, referente en scooters, ha dado la campanada presentando la
SuperNEX, una motocicleta deportiva 100x100 eléctrica. Como curiosidad, imitará
el sonido de un motor de explosión, y tendrá un cambio convencional de seis
marchas. Está por definir precio y fecha de lanzamiento. También exhibían el CV3
Concept, de doble rueda delantera y techo desmontable, con el que esperan
seducir definitivamente a los enlatados
más reticentes. Por lo demás, han presentado su extensísima gama de scooters, bicis
eléctricas, y el Noodoe, GPS para
vehículos urbanos que pretenden convertir en referencia por su simpleza y
conectividad.
Debo confesar que siento
debilidad por FB Mondial, marca de
rico legado que fue recientemente “resucitada” para especializarse en modelos
de pequeña cilindrada, gran calidad e incuestionable carisma. En esta ocasión,
a las ya conocidas HPS 125 y 300 se añaden las más agresivas Flat Track y Pagani
Sport Classic, deportiva de aire retro
y carenado integral con la que homenajean a Nello Pagani, campeón del mundo en
1948. Eso sí, tanta presunta deportividad sólo será postureo de boulevard, ya que el motor será el ya habitual
monocilíndrico de 125 cc.
Peugeot sigue ampliando su gama de scooters urbanos, presentando en primicia el Pulsion, relativamente
compacto y plagado de electrónica. Además, tiene un prototipo “naked” en el
disparadero, de ese estilo neo-retro tan
visto en este salón. Por supuesto, los del león también se suben a la tendencia
eléctrica, mostrando un e-Metrópolis y un Ludix (ciclomotor de pizzería por
excelencia), también electrificado.
Kawasaki sigue confiando en su bárbara H2 para desdoblarla en una
versión turística, con una ergonomía
algo más humanizada, pintura de satinado más sufrido, y dos motomaletas que le
quedan tan bien como una baca a un Ferrari. Ideal para volar por las autobahn alemanas. Y aunque no es
novedad, dedicaron mucho espacio a las Z900RS y Z900RS Café, dos neoclásicas
que hacen cierto aquel comentario tan mascado de “ganan mucho en directo”. Sí que eran primicia las nuevas Versys
1000 y Z400.
Piaggio sacó su habitual ramillete de novedades Vespa, con el
triciclo MP300 a la cabeza, la hig-tech
GTS, y la Vespa Elettrica… El resto
de la gama recibe su habitual actualización a base de nuevos colores y sutiles
retoques estéticos. Y no podía faltar la bici eléctrica, está visto que si no
pones un cacharro a pedales en tu stand, no
eres lo suficientemente cool.
Moto Guzzi trajo su principal “casi-primicia” al salón (la presentó
unos días antes en Intermot): la V85TT, trail de potencia media y mucho empaque
que, si la juzgamos por el permanente corrillo humano instalado a su alrededor,
promete dar muchas alegrías a la tesorería de la fábrica de Mandello del Lario.
Por lo demás, había muchas V7III vestidas de diversas maneras, y las ya
conocidas Audace/California/MGX-21 Flying Fortress, que llevan consigo el injusto
sanbenito de ser tan admiradas como poco vendidas: cruzarse con cualquiera de ellas
en la calle implica girar automáticamente la cabeza.
Aprilia tiraba de galones MotoGP para presentar a bombo y platillo
la RSV1100 Factory, y la R660 concept, apuesta arriesgada en un segmento -sport
de media cilindrada- que una vez lo fue todo, y ahora no es casi nada.
El grupo KSR es un conglomerado empresarial con sede en Austria, que
el año pasado “resucitó” la marca Lambretta,
con alma italiana y motor Kymco. Del mismo grupo es Brixton, originaria de China, pero con un diseño “brit” y unos
acabados aceptables que están seduciendo a un número creciente de usuarios. La
gama es fundamentalmente de 125, pero recientemente han presentado sus modelos
250, y en este EICMA han mostrado por vez primera un prototipo “naked” muy
futurista y de 500 cc.
Si te van las excentricidades,
pásate por el stand de Qooder, siguen siendo los únicos que
creen en un scooter de cuatro ruedas…
En SYM, la principal novedad era el maxi-scooter Maxsym TL, de cilindrada modesta (400 cc), pero un
gran despliegue tecnológico. También exponían su “café-racer” Wolf 300, y la
familia de “naked” futuristas NH 125.
Suzuki no aportó nada que no se hubiera visto antes, o en todo caso
volvió a traer su Katana, esta vez pintada en negro. Por lo demás, el
despliegue habitual de su equilibrada gama (con los colores de la nueva
temporada), y las motos de Iannone y Rins.
Honda ha venido a Milán a por todas, no en vano su stand ha sido el más amplio del salón, y
también el más cargado de novedades… Pasada la época de la crisis económica y
las motos lógicas, la marca alada ha
vuelto en todos los frentes, desde lo que ellos llaman “neo-sports Café”,
encarnadas en las CB650R y CB500R, el retorno de la mítica CBR650 y la
renovación de la CB500F. Otras “no-novedades” imprescindibles fueron la
Goldwing, la siempre simpática Monkey, los nuevos colores de la África Twin, la
gama de enduro-cross y scooters, y la
exhibición de motos ganadoras de esta temporada: Marc Márquez, Jorge Martín y
Toni Bou, entre otras.
MV Agusta mostró su todavía prototipo Superveloce 800, que en base
a una F3, la viste con unas fibras que evocan las motos de carreras de los años
70: en Italia claman para que la lleven a producción cuanto antes. La otra gran
novedad era la hiper-naked Brutale
1000 Serie Oro, 208 caballos y nada que se interponga entre el casco del
valiente que la pilote y el viento…
Después de la cansina (por
prolongada) promoción del prototipo T7, Yamaha
por fin ha mostrado la versión definitiva de su Ténéré 700, máquina polivalente
con la que esperan animar el glorioso nicho de las trail medias que valen para
todo. También presentaron la Niken GT, versión con maletas de ese triciclo que,
estéticamente, queda mejor explorando la superficie de Marte que no en nuestras
carreteras. Hablando de diseño, la marca de los diapasones está
fundamentalmente instalada en dos extremos: el “futurista” de la ya mencionada
Niken, R1 e incluso la Ténéré 700 y su faro multibombillas, y las sport heritage, que evocan poderosamente
décadas pasadas; buen ejemplo de ello es la XSR700 Xtribute, homenaje a la
primera XT500 que no va más allá de las pinturas. Por si le faltaran alicientes
a su stand, también se podían
contemplar los nuevos scooters
Tricity, X-max, y la MotoGP de Rossi, que por algo estamos en su tierra.
Benelli continúa caminando en la buena dirección, y sigue
incorporando no ya nuevos modelos, sino nuevos nichos para consolidarse. Los
italianos de alma y chinos de ensamblaje han presentado las Leoncino 125 y 250,
la naked retro Imperiale 400, la 752S
(descaradamente parecida a la
Monster), la 502C (descaradamente parecida
a la Diavel), y su concept Leoncino
800.
En Harley-Davidson tenían montado un ambiente de lo más molón, a lo
bar musical con futbolines, pin-balls y música electrónica: al carajo con la
ortodoxia, los americanos están buscando sangre joven para sus modelos. Prueba
de ello es la exhibición de un modelo eléctrico, la LiveWire, que ya no es un
“prototipo” sino una realidad que espera fecha de lanzamiento y precio; para
hacer más llevadero el trauma a los harlystas, incorpora un sonido de motor que
se revoluciona conforme coge velocidad… Maldita sea, me estoy haciendo viejo
para estas cosas. Por lo demás, el habitual despliegue de colores y nuevas
versiones que ya me pierdo de tantas han sacado. Ni rastro de esa “trail” que
pretenden perpetrar.
Triumph sigue picando piedra en su especialidad, las motos con
sabor de antaño, y se trajeron a Milán la esperada Scrambler 1200… Eso sí, la
evocación será solo estética, ya que equipa lo más “siglo XXI” en ayudas a la
conducción, pantalla TFT y faros led. También eran novedad las versiones Ace y
Diamond de la Bonneville T120; lo demás ya era material conocido, sin olvidar
la línea de accesorios y vestimenta, aspectos muy importantes para los
británicos.
Los franceses de Mash fueron pioneros en esto de hacer
motos retro de baja cilindrada, y
como “quien tuvo, retuvo”, siguen trabajando en productos de calidad digna y
diseño que hace girar cabezas. Hasta Milán se trajeron las nuevas Rock 125
(copia descarada de la Scrambler Ducati,
por cierto), y la Force 400, una retro de estética militar que, one more time, mira a otro fabricante
sin disimulo, en este caso Royal Enfield.
Indian traía una única novedad: la FTR1200, un homenaje a su época
ganadora en “flat track”. Al igual que sus coetáneos de Milwaukee, los indios se
han guardado los sombreros de “cowboy” y las chupas con flecos: esta FTR vendrá
con cuadro completamente digital, luz led, y demás “chucherías” de los tiempos
modernos.
Brough Superior presentaba la versión “Aniversary” de la SS100:
aunque sólo estuvo unos pocos años en producción, y luego desapareció durante
más de sesenta años hasta su resurgimiento en 2017, ciertamente construyeron su
primera motocicleta en 1919, de ahí esta versión. Por lo demás, y dado que la
gama la compone un único modelo con leves matices estéticos, poco más hay que
ver de esta exclusiva marca que eleva la moto a obra de arte.
Pese a no ser un stand de marca, es de justicia mencionar
la preparación de South Garage para
trasladar a una motocicleta la filosofía y la estética del mítico Citroën 2CV Charleston. El encargo fue
de la propia marca automovilística, y no se prevé su fabricación en serie… Por
cierto, debajo de todas esas fibras hay una Triumph Bonneville.
KTM presentó sus esperadas 790 Adventure/R, trail de peso y
potencia media que lidiará en un segmento que está resurgiendo después de que
muchos usuarios se desgañitaran pidiendo un regreso a la potencia lógica, auténtica
polivalencia on/off… y canastos, un precio más ajustado.
Royal Enfield no tiene precisamente una filosofía rompedora con sus
modelos, por esa razón, la presentación de algo nuevo siempre genera
expectación: pasó en su día con las Himalayan, y ahora vuelve a suceder con las
Interceptor y GT 650 Twin, un tributo a épocas pasadas.
Todos conocemos la machacona y
eficaz estrategia de márketing de BMW; es
por eso que, al llegar a su stand,
casi da pereza hablar sobre unos modelos más que retratados. Aun así, hay que
reconocerles el mérito de “destapar” varias novedades que no se vieron en “su” Intermot
de Colonia, como la F850GS Adventure –de empaque muy próximo a su hermana
mayor-, la S1000RR, o el nuevo scooter C400GT,
enésimo intento de la marca por entrar en un nicho donde no acaba de afinar… De
las 1250 no diré nada, porque ya lo has leído todo.
En el stand de Ducati, y como
viene siendo habitual, la gama Scrambler tenía su parcela para diferenciarse al
máximo de la marca madre, con el habitual rollito setentero que incluía música
en directo; por cierto, la gama al completo (Desert Sled, Full Throttle, Café
Racer y Sixty2) se actualiza con ABS cornering,
luces LED diurnas y nuevas pinturas. Ya en la parte netamente Ducati, las
novedades se acumulan: Panigale V4R, Hypermotard, y la segunda generación de la
Diavel.
Por supuesto, no sólo de
motocicletas vivió el salón: la industria del accesorio, las ya mencionadas
bicicletas eléctricas (¡KTM montó un stand
sólo para su gama!), y sobre todo las prendas técnicas también tenían su
generoso espacio. Sobre estas últimas, decir que había de todo, desde las
punteras de toda la vida, hasta un generoso repertorio de fabricantes ultra-low-cost paquistaníes y
orientales. Y no olvidemos los cascos, con opción a probárselos en la mayoría
de stands.
Diversos cuerpos armados del país
también tuvieron su espacio: Carabinieri,
Polizia di Stato e incluso el Ejército mostraron sus divisiones
motorizadas.
Otros “divertimentos” del EICMA fueron
los ciclos de charlas, la posibilidad de toparte con pilotos y otras
personalidades del mundo de las dos ruedas, pruebas dinámicas, exhibición de
motos clásicas, o incluso comprar artículos de “merchandising” en stands expresamente dedicados a ello.
Durante mi desplazamiento a Milán
en el primer avión de la mañana, todos parecíamos ir al mismo sitio, hasta el
punto de que mi compañero de asiento –gerente de una empresa de electromecánica
aplicada a la moto-, me dijo: “¡como el
avión se vaya a pique, nos cargamos nuestra industria de la moto!”, y visto
lo visto en el salón, no les faltaba razón: los stands de Rieju, Puig, NG Brake Disc, J. Juan, Guilera Automotive o Montesa demuestran que la industria
motociclista en nuestro país continúa bien asentada, por más que gloriosos
tiempos pasados fueron siempre mejores.
Nos vemos en EICMA 2019!
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar