Salón MotoMadrid 2019
Un año más, y ya van ocho
consecutivos, el Salón MotoMadrid ha cerrado sus puertas con un músculo que
pronostica más ediciones; según la organización, más de 40.000 personas han
visitado el certamen, que copaba casi todo el espacio disponible del Pabellón
de Cristal.
El sábado fue el día de afluencia
más crítica, aunque la organización se encargó de trasladar la masificación
fuera del recinto mediante un férreo control de aforo que permitía una visita
“relajada”… y unas colas en taquilla insufribles.
Ya en el interior, el visitante
tenía ante sí un escaparate eminentemente práctico, en el que las marcas
estaban mayormente representadas por las concesiones oficiales en la capital,
sin espectaculares azafatas ni luces de neón, y sí en cambio con vendedores que
cerraban tratos in situ. Esto no
contradecía la presencia de algunas novedades, como la recién aterrizada Moto
Guzzi V85TT, la extraña Yamaha Niken o la intemporal Triumph Scrambler 1200.
También había un generoso espacio
para motos de ocasión, ropa, accesorios, circuitos, revistas del ramo, e
incluso carpas de motoclubs. No faltaron las charlas, ofrecidas casi de manera
continua, y de todas las temáticas imaginables: presentación de nuevos modelos,
Cruz Roja, movilidad eléctrica, libros, motoviajeros, campeonatos monomarca, música
en directo…
En la planta baja, el “Bike Show”
ocupaba gran parte del espacio, con preparadores que mostraban piezas únicas…
Por cierto, la ganadora fue una preparación sobre una Honda Goldwing de 1977.
En el pabellón Satélite se
desarrollaron las actividades dinámicas: show stunt de los pilotos Narcís Roca y Emilio Zamora, y el “Flat
Track”, carreras en un pequeño circuito oval, -novedad de este año- y las
diferentes rutas turísticas pusieron la guinda a un evento que promete cuerda
para rato.
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