"Vive la moto" 2019


Imaginad que, cada dos años, un precioso cometa se dejara ver en el firmamento, y miles de telescopios lo enfocasen para disfrutar de su fugaz presencia antes de desaparecer otros dos años… Pues eso es lo que ha sucedido con el salón de la moto de Barcelona (antiguo “Motoh!”, ahora rebautizado como “Vive la Moto”), que de manera bianual acude a su cita en la ciudad con mayor número de motos por habitante de Europa, y donde el 49% de los desplazamientos urbanos se efectúan con este tipo de vehículo.

La órbita de un cometa es inamovible, pero no la organización de un salón de la moto, así que,  ¿Para qué nos hacen esperar dos años, en vez de chutarnos una dosis anual? Los caminos del marketing son inescrutables, y sus motivos tendrán para ello… Sea como sea, la sociedad motociclista tiene hambre de novedades, y este año han sido más de 35.000 los asistentes, nuevo techo histórico.

VLM 2019 ha subido el listón en todos los aspectos respecto a la edición 2017: más marcas expuestas (la organización dice que 400), 50 novedades -incluida la Triumph Thruxton TFC, primicia mundial-, más superficie de exposición, más actividades… Más de todo en un salón que se apoya en tres pilares: la exposición comercial del sector, las actividades para los usuarios y los encuentros profesionales, todo ello bajo el paraguas de ANESDOR, en el único evento que promueven de manera directa. ¡Vamos allá!

Benelli sigue sumando ventas sin hacer ruido, pero con paso firme gracias a lo que da y lo que cuestan. Hasta Barcelona trajeron su “retro” Imperiale, y el resto de una gama que ya no es novedad, pero sigue haciendo arquear cejas, TRK y Leoncino principalmente.



BMW tiró de galones para montar su típico e impoluto stand, alfombras incluidas para sus modelos más venerables. Aparte de sus habituales buques insignia, se exponía el nuevo scooter C400X; además, y como en todos los stands, un pequeño ejército de vendedores se encargaba de cerrar tratos sobre el terreno, los “descuentos de salón” son a veces el empujoncito definitivo para volver a casa con moto nueva.

Sin novedad en el stand de Ducati, aparte de exhibir la Panigale V4S Corse, réplica matriculable de la MotoGP. Los italianos tienen una gama plenamente consolidada, y este está siendo un año de tomar aire y recoger los frutos de una frenética renovación de gama.

FB Mondial, una de las marcas que más cuida la calidad y el diseño aplicado a motos “molonas” de baja cilindrada, trajo las evocadoras Flat Track y Pagani, siempre equipadas con el motor Piaggio de 125cc que tan buen rendimiento les está dando.

Harley-Davidson ha tenido stands mucho más elaborados que el visto este año en Barcelona, o bien el del 2017 fue la monda y éste ha sabido a poco; eso sí, mostraba los modelos participantes en el concurso de personalización “Battle of the Kings”, y la nueva FXDR 114, reencarnación de la difunta V-Rod.

Kawasaki ha dado la campanada, y confirmando lo ya visto en Milán, ha resucitado la W800 dos años después de haber sido “enterrada” con honores de estado… Eso sí, convenientemente actualizada a nivel de mecánica, pero sin perder un ápice de su indudable estilo “retro” sin trazas de “neo”.


El protagonismo único de Moto Guzzi fue la esperada V85TT, “trail” en la que la marca tiene depositadas muchas esperanzas: su precio equilibrado y una estética evocadora tendrán mucho que ver en ello.

Definitivamente, Norton ha vuelto para quedarse, y además con unos modelos –más bien piezas de orfebrería- que están sobradamente a la altura de su nombre, echad un vistazo a las deportivas VR, la Dominator o las “scrambler” Atlas.


Suzuki paseó una vez más su Katana, y Triumph presentó en exclusiva mundial una versión de la Thruxton, apellidada TFC (“Triumph Factory Custom”). Será el primero de varios modelos que llevarán esta exquisitez de la personalización. También se puede considerar novedad la Scrambler 1200, por cierto probada por este que os escribe, y que me dejó achicharrada la rodilla derecha por un inexplicable (por deficiente) aislamiento del calor del escape.



Yamaha centró los focos en la Teneré 700, trail realmente mixta que se arriesga con un motor de 74 caballos, “suficientes” según la marca de los diapasones. Ya se puede reservar vía Internet, la empezarán a servir en verano, y no se podrá ver de manera regular en los concesionarios hasta septiembre: pocos modelos han “estirado” tanto el redoble de tambores de su presentación.


Esto ha sido a muy grandes rasgos lo visto en Barcelona; si esperabais un análisis mucho más escrupuloso de las novedades, disculpadme y miradlo en alguna otra revista, este artículo no pretendía ir por ese camino. Sin embargo, sí que me entretendré en un espacio muy concreto de este salón, demasiado pequeño y sin embargo el más cálido: el reservado a las actividades relacionadas con el mototurismo

Una gran idea a la que sólo le deseamos se le dé más espacio en futuras ediciones, visto el gran interés creado: operadores de viajes a destinos más o menos exóticos, alquiler de motos, eventos mototurísticos, y el rincón habilitado para conferencias sirvieron de imán para que un montón de sospechosos habituales convergieran en aquel espacio: Alicia Sornosa, Polo Arnáiz, Juan Carlos Toribio, PauTravel, Pedro Sidecar, Vitin OK, JAF Fernández, Raúl Sanz, Hugo Scagnetti y un largo etcétera que me van a odiar por no haberlos mencionado… Lo dicho, un auténtico “dream team” para los que hacemos de la moto algo más que una afición.





En el exterior del palacio ferial, la avenida Exposición estaba totalmente tomada por el espacio de acrobacias (un lujo ver juntos a Emilio Zamora y Narcís Roca, más los “trialeros” Jordi Pascuet y Marcel Justribó), y 200 motos de pruebas, que se revelaron insuficientes para atender la avalancha de peticionarios… Y que provocaron quejas de “ofendiditos” por el incremento del tráfico en las calles de Montjuïc.


Cierro este artículo dejando cabos sueltos: no he hablado de los “stands” de accesorios, recambios y equipamiento, ni del aparente estancamiento de novedades “enchufables” (con la gloriosa excepción de la Vespa elettrica, Super Soco, NIU y poco más), el monográfico sobre Bultaco, diversas ponencias, Pol Espargaró firmando autógrafos… Bah, hagamos una cosa: dentro de dos años, ven tú mismo a verlo y ayúdame a explicarlo.










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