Mirambel, tierra y libertad



La comarca del Maestrazgo es una vasta extensión de 1.200 kilómetros cuadrados entre las provincias de Castellón y Teruel; quince municipios acogen a 3.200 habitantes, siendo una de las zonas más despobladas del país. La mayoría de estos pueblos muestran un aspecto intemporal, circunstancia que facilitó el rodaje en uno de ellos de la película "Tierra y Libertad", coproducción internacional dirigida por Ken Loach que narra unos episodios de la Guerra Civil sobre los cuales no se ha ahondado demasiado: el enfrentamiento entre sí de los diferentes bandos leales a la República. Es una cuestión de la cual se han hecho (y se hacen) múltiples lecturas, y que en todo caso provocan un debate “incómodo”, algo habitual cuando se toca la guerra desde un punto de vista político.


Para entender la película es básico conocer a su director, el británico Ken Loach: nacido en 1.936, y de sólidas convicciones trotskistas, es uno de los maestros del llamado “British Social Realism”, películas que retratan la lucha de clases y las penurias de la clase obrera. Filmadas con un crudo estilo documental, consiguen meterte en la historia de una manera magistral.
Ken Loach
A principios de los años 90, alguien puso sobre la mesa del director británico un guión escrito por Jim Allen que explicaba un interesante episodio de la Guerra Civil Española: la pretensión de instaurar una “democracia radical” basada en el ideario libertario-anarquista, y que incluía la colectivización de tierras, el asamblearismo o el laicismo. Durante la guerra, este movimiento combatió en milicias aglutinadas bajo las siglas del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), y sindicatos como CNT o UGT. En 1938, estas milicias fueron ilegalizadas por el ejército comunista, mucho mejor organizado y armado, y que veía a los anarquistas como un “estorbo” para sus propios intereses.

Parte del guión estaba basado en el libro “Homenaje a Cataluña”, de George Orwell; este escritor, también británico, se alistó para combatir como brigadista en una milicia del POUM. En 1937, fue herido en el frente de Aragón, y aprovechó su convalecencia para escribir “Homenaje a Cataluña”, obra en la que, además de narrar el día a día en las trincheras, criticó la división de las fuerzas republicanas.
Tercero por la derecha, la alta figura de George Orwell no pasaba inadvertida
Ken Loach aceptó dirigir aquel proyecto. En 1994, él y su equipo se fueron a la comarca del Maestrazgo (“donde no había postes de teléfono que molestaran el encuadre”, dijo en una entrevista), y reclutó a unos actores con sensibilidad por la causa. Y allí se quedaron durante 54 días, estableciéndose sobre todo en Mirambel, pueblo que acogió la mayoría de escenas de la película.


Hoy, Mirambel ha cambiado bien poco; algunas calles se han pavimentado, pero las localizaciones cinematográficas continúan siendo perfectamente distinguibles, aún más desde que unos carteles marcan los lugares precisos.

La iglesia de Santa Margarita destaca aún antes de entrar en el recinto amurallado


Preparados para entrar en la atemporalidad. Las murallas rodean completamente el pueblo, declarado Bien de Interés Cultural en 1.981.


 Por exigencias de la película, algunas calles tuvieron que cubrirse con tierra.






 La escena del debate sobre la colectivización (uno de los momentos más intensos de la película y, según los entendidos, también de la propia filmografía de Ken Loach) se rodó en la "Casa de los Julianes", una de las diversas casas nobles que hay en el pueblo:

 En los alrededores de la iglesia de Santa Margarita suceden otros hechos que golpean el alma, con el francotirador en la torre, y sus posteriores consecuencias:


La escena de la quema de obras de arte eclesiásticas tuvo lugar en la plaza Nicolás Ferrer:
En los alrededores de Mirambel se filmaron múltiples escenas de trincheras:
Los actores fueron personalmente escogidos por Loach, descartando en muchos casos sus habilidades interpretativas en favor de la espontaneidad o la capacidad de improvisación; buena parte fueron vecinos del propio Mirambel, e incluso reclutaron a algún antiguo combatiente. El director no les daba un guión, sino tan sólo unos "conceptos" que después debían desarrollar ante la cámara, buscando esa naturalidad que es indisociable a Ken Loach.

En 1.995 se preestrenó la película en Mirambel, una semana antes de llegar a los cines. Como era de preveer, la producción no dejó indiferente, generando apasionados agradecimientos y sonados desplantes (Santiago Carrillo, invitado al evento, abandonó su butaca mucho antes del final).

La película finaliza con un breve verso de William Morris:

"Únete a la batalla en la que nadie fracasa, porque aunque muera o desaparezca, sus actos prevalecerán"


Película: "Tierra y Libertad" (Land and freedom), 1995, distribuida por Cameo.
Libro: "Bienvenido Mister Loach", de Mario Ornat, editado por Doce Robles.

Comentarios

  1. Muy bueno!!!, me han encantado leerlo Manel.

    ResponderEliminar
  2. Precioso documento, Manel. ¡Enhorabuena por tu blog que sigo desde hace bastante tiempo con ilusión! Echamos de menos tu varadero. Tu nueva montura es soberbia, pero ¿y tu varadero? ¿Era ya viejecilla, o sólo has decidido renovar montura? Porque tengo entendido que son unas máquinas interminables. V´ssssssss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Antonio Alberto, y muchas gracias por el seguimiento... He estado un rato mirando tus "blogs", tienes una sensibilidad especial para escribir, enhorabuena!

      A la Varadero aún le queda cuerda (se la vendí a un desconocido, que se convirtió en amigo), pero empezaba a estar cargada de kilómetros, y hay proyectos a la vista, viajes con muchos kilómetros por delante ;-)

      Un saludo, nos seguimos leyendo!

      Eliminar
  3. No puedo mas que aplaudir.
    Conozco a Ken Loach y su obra, descarnada y feroz a veces, que puedes compartir o no, pero que no deja a nadie indiferente.
    Conozco bien "la peli" y la polèmica que levantò. Sobre todo el desplante de "Don Santiago" que a esas alturas de la corrida ya parecìa mas "Bernabeu" que "Carrillo". Carallo... Podría haber tenido mas cintura y aguantar hasta el final, por lo menos. A mi la pelicula me encantò, pese a provocarme una tristeza infinita.
    Me encantò sobre todo... porque conozco la zona. Conozco Mirambel. Muy cerca pasé -quizà- los mejores veranos de mi vida, siendo un niño chico feliz y despreocupado al amparo de mis padres, retozando en aquel entorno màgico.
    Pues El Maestrazgo, es eso. Màgico.
    Pese a su rudeza en ocasiones y lo huraño que puedan parecer algunos de sus moradores. Una tierra dura. De gentes duras.
    Pero enamora.
    El Maestrazgo.
    Donde se oye El Silencio.
    ;-)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares