A mediados del siglo XIX, Zaragoza y Barcelona quedaron unidas por ferrocarril. Barbastro se quedaba fuera del camino de hierro por apenas 20
kilómetros. En 1.861, se presentó un proyecto para solucionar este aislamiento construyendo un
ramal ferroviario por el cual debían transitar tranvías “de sangre”, es decir,
impulsados por caballos. En 1.865, se modificó este proyecto para construír un
ferrocarril ordinario.
En 1.880, se inauguró la línea Selgua-Castejón del Puente-Barbastro.
Este tren era conocido como “La burreta”, y
rápidamente se convirtió en un símbolo de Barbastro.
En el otro extremo -la estación de
Selgua-, “la burreta” se coordinaba con los trenes de la línea Zaragoza-Barcelona, de manera que siempre coincidían en los dos lados del mismo andén.
Durante buena parte de su vida, la línea fue explotada por locomotoras
de vapor, aunque a finales de los años 50 se introdujeron las locomotoras
diésel (tracción incipiente e inédita en aquella época), y más tarde, un sencillo convoy automotor.
En la década de los 60 empezó el declive de la línea, hasta llegar a su
cierre para pasajeros en 1.969. El ramal continuó abierto para mercancías, principalmente
vagones cisterna que iban a las instalaciones de CAMPSA. Cuando en
1.983 cerró el almacén de la petrolera, la línea quedó definitivamente
finiquitada.
Hoy en día, buena parte de los raíles han
sido levantados, pero aún así es posible seguir el recorrido del ferrocarril.
Empiezo en Barbastro, extremo de la línea. La estación ha sido demolida, y en su lugar se ha
levantado un centro de congresos y unos bloques de pisos, pero aún quedan algunos raíles que asoman furtivamente entre el asfalto de las calles...
Poco después de pasar lo que fue el cuartel militar, ya en las afueras,
la vía termina abruptamente bajo un puente lleno de basura:
Una señal ferroviaria en madera:
Más adelante, la vía circula paralela a la antigua N-240; también recupera los raíles, aunque sepultados bajo una densa capa de vegetación
salvaje... Poco antes de llegar al polígono industrial, de nuevo desaparecen
los raíles, aunque quedan las trincheras, e incluso un corto túnel -el único de la línea-, con restos de hollín en su
bóveda.
Otro pequeño puente a través del cual la vía salta un camino...
Carcomido por el óxido y con las maderas podridas, pero ahí continúa:
Siguiendo la vía muerta, encuentro una carretera muerta desde hace unos cuantos
años...
Castejón del Puente fue un apeadero (el único, de hecho), situado entre las dos estaciones de
la línea. Aún permanece en pie, completamente en ruinas.
Más rastros... Otro viejo puente deja entrever el camino de hierro, sin raíles:
Llegando al final de la línea, vuelven los raíles, que entran por la
izquierda de la fotografía y se funden con la línea de velocidad convencional
Zaragoza-Barcelona:
La estación de Selgua:
Los alrededores de la estación presentan un aspecto desolado y
abandonado. Los negocios que aquí habían se fueron con el ferrocarril.
La propia estación es tan sólo una referencia de paso, está cerrada a
cal y canto y sólo para un tren por sentido, a horarios intempestivos.
Saludos y buena ruta!
Pues a mi me ha gustado mucho esta crónca. Y guardo un gran recuerdo de cuando gdelasheras y yo estuvimos... Pero no me sabía la historia de los seminaristas
ResponderEliminarMuchas gracias por la aceptación, saludos y buena ruta!
Eliminarme encanta, en la iglesia de San Francisco, fuy bautizado, en 1969 y 7 años mas tarde la comunion en la de los escolapios, de toda la historia de la guerra, mi madre nos conto todo lo que paso, gracias a dios hoy tiene 83 años, y ya hace tiempo que no hablamos de estos temas. eres un crak, sigue siendo asi, saludos.
ResponderEliminarHola, José Luis! Ya sabía que eras de la zona, pero desconocía que tuvieras una relación tan estrecha con los sucesos aquí contados: de haberlo sabido, cuenta con que te hubiera hecho un montón de preguntas vía mensaje privado ;-)
EliminarEspero que todo OK con el rosco, a ver si nos vemos pronto, que ya hace mucho que no coincidimos... Un abrazo y buena ruta, grandullón!
Después de tantas crónicas, aún consigues sorprendernos con nuevas y distintas aventuras.
ResponderEliminarY además, de paso nos "culturizas". ¿Qué puedo decir? Sigue así!
¿Qué más le puedo decir al más incansable de mis lectores? Pues que, una vez más, gracias por tu seguimiento, sin duda fruto de un discutible criterio literario jejeje...
EliminarUn abrazo y (a ver si es verdad) hasta pronto!
Estoy de acuerdo contigo cuando se habla de fosas comunes siempre se nos viene a la
ResponderEliminarmente las atrocidades de un solo bando, pero no es menos sierto que se cometieron
fechorias por ambas partes, actuando de manera impunes, con la unicas escuza de la
guerra.
Gracias.
Un trabajo increíble este que nos muestras. Un lección de historia que ayuda a no olvidar, y ayuda a no repetir.
ResponderEliminarFelicidades por esta buena entrada.
Un saludo.
Gelu.
Gracias, Gelu! Saludos y buena ruta ;-)
Eliminareres un hacha(estraleta)como dicen en barbastro o mas conocido como BARRANQUÉ yo naci alli hace ya 55 años me case tuve mi primera hija,cuando era niño colocaba monedas de diez centimos el la via de este tren frente al cuartel de los militares,mas mayor trbaje en un bar frente a dicho cuartel BAR SISI,etc,gracias por hacerme recordar estos momentos saludos
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado, gracias por el halago y un saludo! ;-)
EliminarMuchas gracias por este recorrido!!!
ResponderEliminarSergio
aqui-hubo-barbastro.blogspot.com
Gracias por el apoyo, Sergio! Tu blog también pinta estupendo, es una gran herramienta para conocer el Barbastro de hoy... y de ayer.
EliminarSaludos!